Tragaluz

domingo, 28 de agosto de 2011

Sol:
Definición de lo sublime,
terciopelo de mañana,
tragaluz de mis andares.
Hace frío en las mañanas, te espío a través de las sábanas, me hago el dormido hasta sonar tu alarma.
Lo primero que sale de tu boca cada vez que te veo despertar es uno de esos lindos gruñidos junto con un puchero que me es inevitable no abrazarte.
Querida Sol, si tú supieras mi sentir día tras día no confundirías el azúcar con la sal, de la misma manera me perdonarías el no levantarme a hacerte el desayuno, sinceramente siempre espero a que tú me sorprendas; ¿qué puedo hacer yo, querida sol? más que obsequiarte infinitas caricias. Tu tersa piel me causa esa reacción de un agradable sentimiento sin dejar atrás ése peculiar olor tuyo que me es indescriptible.
Al abrir tus ojos me obsequias tu primer mirada del día; cuán afortunado soy de ver ése brillo en tus dilatadas pupilas retadoras a un nuevo descubrir; nunca he entendido como es que se te ocurren tantas cosas por hacer, me disculpo constantemente con mi pensamiento por negarte tantas cosas, existe una barrera impertinente que no me deja afirmarte los sueños.
Me gustaría vivir bajo las sábanas a tu lado y desde ahí ser siempre tuyo.
Recordar en mi futuro como compartimos la merienda o cuando desde la ventana veíamos a las nubes llorar por nuestras discusiones. Siempre he querido imaginar que estamos en un barco al cual tú le pones el destino pero a la vez recuerdo que los botes y las olas no van contigo, Mar, entiendo perfectamente tu molestia y tu gusto por la segunda sílaba de tu nombre.
Querida Sol, nuestro universo va más allá de las flores que nos cubren tus claras sábanas tal y como me lo muestran tus miradas entre tu larga cabellera, más aún no sé cómo entenderlo, te recibo cualquier muestra de afecto más no las digiero completamente, mi estómago se enciende cada vez que trato de emitir un te amo y a la vez lo vomita de una manera transparente que sólo se refleja en mis gestos.
Estoy perdido Sol y tú eres el tragaluz de mi humilde hogar; quien trae el reflejo y la salida de mis negros pensares, el paso por donde entran aquellos rayos de felicidad los cargas a todos lados, te abstienes de toda extrañeza y te tragas mis más amargos ratos.
¿Qué haces mujer para aguantar todas mis facetas? ¿Es acaso aquella taza de café que nunca te tomas la que te mantiene alejada de explotar ante mí? siempre tienes que correr hacía algún lado y mi mente queda en beneficio de la duda creyendo que cargas tus energías al aire libre: tal vez, quizás, después. A la vez me lleno de miedo, prefiero pudrirme en una esquina de la cama y no abrazarte jamás. Perdóname Sol, nunca es mi intención; aunque si le tomas un momento ortográfico después del nunca mi frase podría malinterpretarse.
Anhelo un espacio sin molestias para invitarte a permanecer allí y que nadie entre en nuestros desiguales. Quisiera jamás tener que decirte lo que me incomoda más eres quien mejor maneja mis palabras. Me trago todo y tú jamás te das cuenta y a la vez te hago el día más complejo; pequeño amor, solucióname; desgraciadamente decidiste cargar con ése trabajo y yo no hago nada para detenerte. Discúlpame, quisiera negar todo mi sentir ante ti siempre aunque mis miradas me delaten y me adivines los pensamientos.
Día tras día siento como derrochas tu cariño ante mí, tiras tu brazo sobre mi pecho y añoras dormir más de lo que debiste; te confieso Sol siempre estoy al pendiente de que cumplas con todos tus deberes más me cuesta trabajo verte partir cada vez que quitas las sábanas de nuestros cuerpos.



tú.detestable.yo
27-28 de agosto de 2011

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