Catorce. Poema XI

sábado, 2 de abril de 2011

Señor tripulante de mis mares
Tome el mando sin temor
¿Qué no ve que nos hundimos?
Y usted gozando en su sillón

Prenda ya su pipa de marfil
Salga a flote
Que se nos mueren los instantes
Trago agua y ya no hay voz

Se reflejan los brillantes
Sin profundidad de seguimiento
Para viajar sin sentido ni esfuerzo
En la válvula de sueños

De mis mares usted
Señor mi tripulante
¿Cómo paro éste dolor?
Viento en popa y a sanarme
¿Sola puedo yo?

A mis mares
Róbelos con coraje
Así como le quité cínicamente

El mando de ésta dirección.







Del Poemario Catorce.

2 comentarios to Catorce. Poema XI:

Ángel E. Mora Ruiz dijo...

http://magirutempleng.blogspot.com/2011/03/taiheiyo-he-iku-tegami-4-oceanica.html

Para empezar, qué hermosa fotografía...

Este poema me llegó muy en el fondo, puesto que ha dicho "no hay cosa más hermosa que el agua", ni sensual, ni nada... el agua es todo, aunque suene a Tales de Mileto, quizá en eso se basó.

En mi última visita al mar me descubrí como un marinero sin mares para explorar, y un mar que me llamaba aguerrido, pero frío, era tan masculino que me repelía... Veo que sin embargo hay mares que fueron saqueados por piratas, mares que por momentos embriagaron con toneladas de ron y juego...

Ahora la vida,
ahora movimiento,
ahora sensualidad,
ahora decepción,
ahora las olas regresan,
ahora brilla en su fondo, después de todo ese mar no fue saqueado de lo más valioso, sigue siendo virgen, vital, victorioso...

el mar mismo se autoregula, ahora está dañado con lo que los seres humanos le han hecho, lo que le han quitado y lo mucho que fue utilizado... entonces vi lo femenino que es la mar, sí, qué tonto, 5 días discutiendo con las olas para llegar a esa conclusión...

Y en la noche, cuando todo oscurece, la mar me daba sus aguas más cálidas, solo la acariciaba, y me respondía.

Al final, me di cuenta; 2mar eres todo, pero no humana", podría ser marinero, pero nunca agua marina. Lo estúpido es que nunca fui ni una ni otra, solo un hijo de la tierra demasiado cristalino para comprender el amor en el movimiento, la embriaguez de las olas, o la sensualidad de lo efímero...

Ahora añoro lo perdido.

luciérnaga : ) dijo...

no había visto esto : )
gracias por todo
y me agradan las letras que acabo de leer

buen día

Publicar un comentario